lunes, 22 de febrero de 2010

Revolver


Mientras pintes la mente con los mismos matizes del confundismo, con la excusa monónota del destino. Le echás la culpa a la cara del tiempo.. Mientras te empeñás en llenar los días con los suspiros más tristes, los suspiros de “ojalá”.
Aunque lo intentes nadie puede cumplir tus sueños, ni aunque te arrodillases frente al altar de tu mente.. Es que bien adentro de nuestros tejidos, sabemos que desde que nacimos el corazón puede más que la razón, y que esta última en los juegos del amor es fanática del temor.

Y sigues ahí, algo en tu corazón pide infiltración de calor. A mi nunca nadie me advirtió y si lo han hecho, como te lo he dicho, el corazón puede más que la razón, este primero revienta cuando extraña y grita, pidiendo tu presencia para poder volver a latir. A caso, tu corazón, ¿ Nunca te explicó que desde aquella noche alguien piensa en tu sol ?.
Háblame de tus enriedos, de tus amores, de tus temores y de tus sueños, hasta que entiendas que verte dormir es lo que me salva del revolver con el que me apunta la vida, cansada y aturdida.

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