lunes, 22 de febrero de 2010

Libertad



Y así es cuando en un segundo se te estalla el mundo, sin entender, sin evitar y sin concentrar en volver a florecer. La libertad es un estado en tus sentidos, es la octava maravilla del mundo. Un ansuelo que pezca la relajación del alma y tu cuerpo. Para amar es necesario ser libre, y para ser libre es necesario aceptar la realidad de la vida, observando más allá de lo “nuestro real de sociedad”. No existen nombres, no existen indumentarias, no existen materiales que nos puedan conducir a el camino de nuestro verdadero ser. Vivimos en una sociedad corrumpida por la repreción automática desde el comienzo de nuestras vidas, hasta el final de nuestra muerte, que nos conduce a no diferenciar el trato de los objetos con los sentidos.

Y tu sonrisa merece más de mil oportunidades para ser felíz, tu boca más de mil labios, tu cuerpo más de mil manos, tu locura más de mil neuronas y yo soy solo una persona, con mil sonrisas, besos, caricias y con las neuronas suficientes como para entender lo inentendible, tocar lo intocable y liberarme para liberarte. Obsesionarme para que te encante. Tentarte para satisfacerme y mirarte para conformarme.

La acción del amor, es la libertad. Enamorarse es el crudo sinónimo, no comunmente aceptado por la popularidad, del no comprometer. De dejar volar a la persona que te regala ese sentido, simplemente por el hecho de habertelo entregado. Aclaración: dejar que los sentimientos del ageno se transformen en acciones no significa conformismo, significa dejar ser. Al tomar esta iniciativa no estás dando lugar a la desilusión, no estás dando motivos de mentira, el caso no es entenderse, si no aceptarse como realmente es quien sea.

Después de todo, creo que en algún lugar de nuestra persona, existe un todo encerrado. Una necesidad de experimentar cada rincón de la vida. Y si tenemos algún tipo de atadura, conciente o inconcientemente terminaríamos haciendo todo el esfuerzo posible para desatarla y seguir nuestro camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario