viernes, 9 de abril de 2010

-

Inherte a mi sabiduria
siendo yo
yo y sin mi.
Pisadora de los arboles ya muertos,
de un piso no pisado.
Deformadora de esqueletos,
de cuerpos ya enterrados.
Suicida de repugnancia aveces,
con un amor enloquecido de furia
inhabil de transmiciones,
apuntado al masoquismo.
Un amor unicamente mio,
que ciertas lunas comparto.
Sin palabras,
sin estrofas,
sin llantos,
ni consuelos.
Mi amor,
que ciertas mañanas
sufre de metamorfosis
transformandose en lo intransformable.
Que ciertas tardes duerme
y sueña
y sueña
pero nunca descansa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario